El otro seudo milagro es que al arder el fuego en el altar, el aire se dilata y presiona sobre el aceite que hay en el depósito inferior, obligándolo a subir por los tubos que hay ocultos en las figuras de los sacerdotes y a gotear milagrosamente sobre el fuego. Pero en cuanto el sacerdote encargado de este altar quitaba disimuladamente el tapón que tenía el depósito, el aceite dejaba de salir (porque el aire excedente salía por el orificio). Los sacerdotes recurrían a este artificio cuando las dádivas de los creyentes eran escasas.
viernes, 7 de agosto de 2009
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